Diario de trabajo para montar a Kleist por Mariana Percovich

“Cuantas cosas se agitan en el corazón de las mujeres que no son para ser mostradas a la clara luz del día”

Pentesilea de Heinrich Von Kleist (Alemania, 1777-1811)


jueves, 24 de marzo de 2011

Para los jugadores...

“La verdad”, lo “real” aparece en los ensayos, con las personas concretas, en el tiempo concreto. Las experiencias metodológicas construidas con anterioridad a los espectáculos generalmente naufragan. Al menos es lo que me pasa a mí. Puede ser una incapacidad neurológica mía, una limitación. Hay que poseer una gran fuerza intelectual para asir y transferir a un mundo teórico fijo, las fuerzas que uno ha echado a andar. Para eso es necesario “reprimir”, para después fijar y repetir. Es cierto que el teatro es un arte de la repetición. Pero es en el ensayo donde se busca el “lenguaje”, donde la dirección y la actuación desarrollan sus voluntades poéticas. Durante ese tiempo, la exploración produce no sólo conjuntos de palabras o enunciados sino energías, potencias, situaciones, intensidades que van constituir el lenguaje. Y será el lenguaje, en definitiva, el verdadero tema. Hay textualidades dinámicas, porosas, provocadoras, tentadoras de su materialización en la escena. Y hay también una dramaturgia rígida, que sólo permite representación. Las convenciones, las ideas, los conceptos sólo conducen a la representación. 
Ricardo Bartís